Globalización y el calentamiento global

Globalización y el calentamiento global

Según Galindo y Samaniego (2010), las emisiones de gases que crean el efecto invernadero son causadas fundamentalmente por las actividades humanas.  El efecto invernadero está ocasionando por el aumento en la temperatura global.  Los científicos han expresado que las inundaciones, las sequías y las condiciones meteorológicas extremas van a ser más frecuentes.  El aumento en el calentamiento global ocasiona una evaporación del agua de forma más rápida.  Esto ocasiona que las áreas secas de la Tierra sean más secas y que las áreas húmedas tengan aún más lluvias.   El efecto invernadero ocasiona, entonces, un aumento en los eventos climáticos extremos como huracanes, terremotos, tsunamis y tifones.

Existe consenso de que los gases del efecto invernadero están alterando la atmósfera.  Estos gases contribuyen al cambio climático y al aumento de las temperaturas.  Payne (2013) establece que además de los gases que ocasionan el efecto invernadero, factores como la deforestación, la urbanización desmedida y las actividades agrícolas afectan el clima global.

Howard (2009) establece que el cambio climático no es sólo un problema ambiental, sino que a su vez puede tener implicaciones económicas, financieras y estratégicas para los diversos países.  El cambio climático puede destruir la infraestructura de regiones enteras.  Los gobiernos, entonces, tendrían que desviar los recursos para aliviar el desastre ambiental.

Stern (2008) establece “que la evidencia científica es contundente, el cambio climático representa un riesgo global muy serio, y demanda una respuesta global urgente.”  Howard (2009) expone que “el reto del cambio climático puede resultar ser una fuerza de unidad que logre que diversos países trabajen de la mano.”  Esto se logra, si los países unen sus recursos y comparten su peritaje demostrando su disposición a cooperar para evitar un mayor impacto negativo al ambiente.  Aunque puede tener un lado positivo, también existe el riesgo de que algunos gobiernos utilicen su conocimiento no para eliminar las situaciones que pueden amenazar el ambiente, sino que para perseguir sus agendas privadas.

Payne (2013) expone que desde el descubrimiento del fuego, los habitantes del planeta están ocasionando impactos ambientales.  Sin embargo, no es hasta la Revolución Industrial que se agudizan los problemas ambientales incluyendo el calentamiento global y el cambio climático. O’Brien y Leichenko (2003) establecen que la globalización y el cambio climático están estrechamente relacionados.  El aumento global de la producción industrial ocasiona un aumento en el consumo de combustibles fósiles y a su vez un aumento en las emisiones de gases que crean el efecto invernadero.  De forma similar los cambios climáticos también afectan los patrones de intercambio comercial ya que los desastres naturales ocasionados por los cambios climáticos afectan el intercambio de bienes principalmente los productos agrícolas.

Lane (2005) expone que el dilema entre la globalización económica y la globalización ambiental aumenta principalmente porque los seres humanos utilizan cada vez más combustibles fósiles para mantener y aumentar su desarrollo económico y social.  El impacto ambiental se crea entonces, cuando los países pobres tratan de modernizarse y lograr o mantener un crecimiento económico.

Sheehan (2008) expone que el aumento en el desarrollo económico en las pasadas dos décadas se ha debido principalmente a dos razones: nuevas tecnologías de comunicación y un proceso de expansión comercial logrado a través de la liberación de los mercados nacionales e internacionales.  Este crecimiento económico ha ocasionado que países como China e India emerjan como economías incipientes al demostrar un crecimiento económico acelerado.  Este crecimiento ha venido acompañado de una mayor demanda de energía que a su vez ha ocasionados niveles de contaminación que no habían sido considerados anteriormente.

Arrhenius y Chamberlain (según citados en Payne, 2013) descubrieron que la industrialización iba eventualmente a aumentar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.  Esta situación eventualmente iba a ocasionar que la temperatura de la atmósfera aumentara porque la radiación solar iba a quedar atrapada creando el efecto invernadero.

Aunque la posibilidad de la creación del efecto invernadero era conocida desde hace varios años, en épocas pasadas otros aspectos cobraron precedencia.  En la época de la Guerra Fría, la seguridad nacional era mucho más importante que los problemas ambientales.   Luego de la Guerra Fría, la reducción de la capa de ozono tuvo precedencia sobre el calentamiento global.   La Guerra Fría con la antigua Unión Soviética terminó y el mayor impacto a la capa de ozono se controló a través de controlar las emisiones que causaban la reducción.

El Protocolo de Kyoto representa el acuerdo ambiental global más importante.  Este acuerdo refleja el aumento en la concientización en la globalización ambiental.  Lamentablemente, los desacuerdos económicos e ideológicos han disminuido su influencia.  Resulta interesante, que Estados Unidos, siendo el mayor emisor de gases que ocasionan el efecto invernadero, se opone al acuerdo.  La oposición por parte de Estados Unidos se basa en que las regulaciones serían perjudiciales para la economía estadounidense.

Según presentado por Payne (2013), los países en desarrollo también crearon un acuerdo oponiéndose a las regulaciones ambientales.  La declaración de Delhi sobre el Cambio Climático y el Desarrollo Sostenible, establecía que los países en desarrollo tenían el derecho de desarrollar sus propias estrategias para reducir las emisiones de dióxido de carbono.  Esta declaración fue aprobada por los Estados Unidos.

Harriss y Shui (2010) establecen que el Acuerdo de Copenhagen en el 2009 no logró un compromiso significativo por parte de las naciones en mitigar las emisiones de dióxido de carbono.  Estos autores, exponen que, aunque se reconocen las emisiones de dióxido de carbono como una de las principales fuentes del cambio climático, el enfoque se debe cambiar a reconocer que el aumento en gases en la atmósfera representa el resultado de la globalización económica.  Los cambios en los patronos de consumo que trae la globalización, ocasionan cambios en la producción de los bienes requeridos, que a su vez ocasionan un aumento en las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Sachs (2010) establece que la estructura actual de las negociaciones para disminuir los cambios climáticos no ha sido efectiva.  Establece que el cambio climático no puede ser visto como “un juego de póker, donde cada país mantiene sus cartas consigo para negociar con los otros países.”  Según Sachs (2010) las “cartas deben ser puestas encima de la mesa”.  Las negociaciones entre los países deben incluir qué se va a hacer y cómo se van a lograr los cambios necesarios.  Esto se refiere a mencionar los temas en específico que se necesitan considerar como la energía solar, la energía nuclear, y la agricultura sustentable, entre otros.

La globalización económica según Harriss y Shui (2010) refleja el aumento en la producción de los bienes requeridos por los consumidores al menor costo posible mientras a la vez se suple la demanda.  Con el propósito de maximizar las ganancias, las compañías han movido sus fábricas a países en vías en desarrollo, lo que ha ocasionado que la carga de las emisiones adicionales de dióxido de carbono recaiga en los países en vías de desarrollo, en lugar de los países desarrollados que son quienes demandan los productos.   Carin y Mehlenbacher (2010) exponen que el cambio climático va a impactar más a aquellos que no formaron parte de la creación del problema.  Además, establecen que no todos van a ser impactados de la misma forma.

Según Brooks, Grist y Brown (2009), las implicaciones de los cambios climáticos en el bienestar de los seres humanos y de los pobres en los países desarrollados pueden ser mortales.  Existe evidencia que el desarrollo económico logrado a través de la globalización ha logrado sacar a algunas personas de los niveles de pobreza, pero esto ha ocasionado costos severos.  Los costos al ambiente han sido altos, ya que según presentado incluyen no sólo el cambio climático sino el impacto a la biodiversidad.  La biodiversidad se afecta principalmente porque los seres humanos están eliminando otras especies con la contaminación, la caza y el desarrollo económico.

La globalización según Brooks et al. (2009) ha actuado a favor y en contra de los cambios climáticos.  Sin embargo, en general, el efecto de la globalización en el cambio ambiental global ha hecho a los pobres más vulnerables y por lo tanto ha aumentado la desigualdad en la mayoría de las situaciones.  Galindo y Samaniego (2010) exponen que, de acuerdo a la evidencia disponible, el cambio climático tendrá mayor impacto en las regiones menos desarrolladas.   Las regiones menos desarrolladas a su vez representan las regiones que tienen menor adaptación.

Gillespie y Leflaive (2007) exponen que sería irrealista esperar que los países en vías de desarrollo sean los primeros en actuar para lograr detener el impacto ambiental ocasionado por la globalización económica.  Los países desarrollados deben tomar el liderato y actuar para detener el impacto ambiental.  Después de todo son los países desarrollados quienes generan la mayor cantidad de las emisiones y a su vez tienen los recursos para enfrentar y mejorar estos problemas.  De otra parte, reconociendo la importancia de las economías emergentes como China e India, el esfuerzo que los países desarrollados puedan realizar no sería suficiente si no se logra el apoyo de estas economías.

Gillespie y Leflaive (2007) exponen que se debe fomentar la innovación como alternativa para buscar soluciones a los impactos ambientales.  Los autores consideran que ya se están realizando esfuerzos para fomentar la innovación con el propósito de detener el impacto ambiental.  Como ejemplo presentan la manufactura y mercadeo de los autos híbridos y la proliferación de los molinos de viento como fuente de energía alterna.  Lidskog y Elander (2010) establecen que necesitamos realizar cambios de forma urgente para lograr aminorar el impacto ambiental, ya que la brecha entre lo qué se necesita hacer y lo que se ha hecho continúa aumentando.

Galindo y Samaniego (2010) establecen que, en el caso de América Latina, el cambio climático representa una restricción adicional al crecimiento económico.  Aunque reconocen el impacto económico como una limitación, exponen a su vez, que esto puede ser utilizado como una oportunidad si logran crear un proceso de transición a una economía que dependa menos de los combustibles fósiles.

Según Stern (2008) los cambios que implantemos en el período actual pueden tener un impacto limitado, sólo en los próximos 40 o 50 años, en el cambio climático.  Por otro lado, los cambios que realicemos en los próximos 10 a 20 años pueden tener un impacto profundo en el cambio climático en la segunda mitad del siglo XXI y el próximo siglo.  La evidencia encontrada por Stern (2008) establece que el ignorar el cambio climático va a traer eventualmente un daño al crecimiento económico.  Brooks et al. (2009) exponen que la información adquirida sobre cómo las sociedades antiguas lograron adaptarse a los cambios climáticos en el pasado nos puede ayudar a detener el impacto ambiental.  Enfatizan en la necesidad de aplicar estrategias disruptivas que ocasionen una reorganización en los sistemas políticos y económicos.  Las estrategias deben lograr manejar los recursos enfocándose en la seguridad de los seres humanos.

Según Sachs (2010) el desarrollo sostenible es el reto mayor de nuestros días.  El desarrollo sostenible no es otra cosa que el reto de combinar el crecimiento económico con la sostenibilidad del medio ambiente.  El desarrollo sostenible se logra a través de la innovación, la eficiencia y la conservación.

Considerando que los intercambios económicos actuales se sustentan principalmente en los combustibles fósiles, resulta difícil lograr que los gobiernos y compañías que dominan este mercado se re-enfoquen en alternativas más amigables al ambiente.  El reto se presenta como la necesidad de crear instituciones que logren movilizar los recursos necesarios, pero que a la vez logren que los acuerdos logrados se cumplan a través de sanciones legales que puedan ser ejecutadas de ser necesarias.

El impacto de la globalización económica en la biodiversidad y la disponibilidad de agua limpia, representan los principales aspectos ambientales actuales.  Ante estas dos situaciones, el calentamiento global aparenta estar nuevamente relegado a un tercer puesto en la lista de importancia, aun cuando ha sido el principal causante de desastres naturales tan destructivos como el Huracán Katrina.

Considero que una de las principales razones por las cuales el cambio climático sigue aún relegado en importancia, estriba en el hecho de que los mayores productores de emisiones de gases al ambiente son los países desarrollados.  Ante esta situación, y no queriendo ceder sus ventajas competitivas en términos de la industrialización, prefieren que sean los países en vías de desarrollo quienes se sacrifiquen para su beneficio.  Al igual que en otros aspectos con relevancia mundial, los países no se encuentran dispuestos a ceder porque sólo se enfocan en su beneficio como estado/nación, pero se olvidan que aun cuando ellos mantengan soberanía política dentro de sus fronteras nacionales, ya son parte de una gran comunidad global.  Si los países no son capaces de entender este aspecto no lograrán la cooperación necesaria para limitar el impacto ambiental global.  Ante esta situación, el impacto ambiental será tan dramático que de nada servirán las ventajas competitivas en términos económicos, si no tenemos disponibles los recursos naturales para que los seres humanos satisfagan sus necesidades básicas.

Referencias

Brooks, N. Grist, N. & Brown, K. (2009). Development futures in the context of climate change: Challenging the present and learning from the past. Development Policy Review, 27(6),: 741-765.

Carin, B., & Mehlenbacher, A. (2010). Constituting global leadership: which countries need to be around the summit table for climate change and energy security? Global Governance, 16(1), 21-37.

Galindo, L. M., & Samaniego, J. (2010, Abril). La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Revista Cepal , 69-96.

Gillespie, B. & Leflaive, X. (2007). Innovation, globalisation and the environment. Organisation for economic cooperation and development. The OECD Observer, (261), 38-40.

Harriss, R., & Shui, B. (2010). Consumption, not CO2 emissions: reframing perspectives on climate change and sustainability. Environment, 52(6), 8.

Howard, R. (2009). The politics of climate change. The Futurist, 43(6), 24-27.

Lane, J. E.  (2005). The global dilemma: a game against nature. Aussenwirtschaft, 60(2), 135-147.

Lidskog, R., & Elander, I. (2010). Addressing climate change democratically. Multi-level governance, transnational networks and governmental structures. Sustainable Development, 18(1), 32-41. doi:10.1002/sd.395

O’Brien, K. L., & Leichenko, R. M. (2003). Winners and losers in the context of global change. Annals of the Association of American Geographers, 93(1), 89-103. doi:10.1111/1467-8306.93107

Payne, R. J. (2013). Global Issues. Politics, Economics, and Culture (4th ed.). Pearson Education.

Sachs, J. (2010). Globalization in the era of environmental crisis. International Trade Forum, (1), 7-10.

Sheehan, P… (2008). The new global growth path: implications for climate change analysis and policy. Climatic Change, 91(3-4), 211-231.

Stern, N… (2008). The economics of climate change. The Journal of Corporate Citizenship, (29), 17-18.